Seguramente os habrá extrañado que hayan pasado cuatro días sin postear nada, porque solía ser muy regular a la hora de publicar cosas. La vida tiene golpes muy duros que a veces no esperamos, y el viernes pasado me golpeó a mí de lleno. Es difícil explicar los sentimientos que me invadían estos días, y cómo los recuerdos se entremezclaban con la cruda realidad. Mi hermano, mi único hermano, se operó el día 26, y la mala suerte quiso que en el quirófano un virus le provocase una neumonía, y más tarde una parada cardiorespiratoria que le dejo secuelas. Las secuelas dejaron huella, y su cerebro ya no tenía actividad. Horas después, el día 29 a las dos de la tarde se apagó definitivamente, y dejó una tristeza inmensa en todos los seres que le queríamos. Su carácter era alegre y tenía ganas de vivir, por eso, por él; tenemos que sobreponernos todos los que le queríamos y levantar el ánimo. Yo también soy un poco como era él, y no quiero entristecer a nadie; así que, mañana espero entreteneros con algo como lo de costumbre. Como alguna vez dije, trayendo a este blog una cita conocida, "no te tomes la vida demasiado en serio, al fin y al cabo, no saldrás vivo de ella", o algo así.
Gracias a tod@s.
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2 comentarios:
Siento lo de tu hermano... aunque yo aun tengo a los mios, la sola idea de perderlos me parte el corazon.. en momentos asi no hay palabras que puedan borrar esa tristeza.. solo oraciones y tu estaras hoy en las mias.
Lo siento, siempre es difícil cuando se pierde a alguien querido, ánimo a toda la familia, él no querría que sufrieseis asíque honradle y recordar los buenos momentos, aunque duele debemos recordar a quienes perdimos sonriendo por lo que pasamos juntos y no llorando por lo que perdimos.
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